La hidratación de la piel

La hidratación es un factor esencial para frenar el envejecimiento cutaneo, este se presenta de forma prematura cuando el contenido en agua de la capa córnea es inferior al 10%, ya que bajo este umbral nuestra piel pierde su suavidad y elasticidad, mostrándose frágil, agrietada y deshidratada. Para evitarlo deberás utilizar productos hidratantes o bien nutritivos si tu piel es especialmente seca o se encuentra sometida a agresiones externas como el estrés, niveles de polución o adquirir prácticas de vida saludable que faciliten la hidratación de la piel, como son por ejemplo, realizar una alimentación rica en fruta, vegetales y verduras los cuales su contenido en agua es muy alto – o beber 3oz de agua cada media hora al día. Los hidratantes, también conocidos como humectantes, son ingredientes que efectivamente atraen el agua hacia la superficie de la piel. Pueden atrapar el agua en la piel, mejorando los sínotmas de deshidratación. La mayoría de los productos hidratantes son combinaciones de emolientes y humectantes. Estas combinaciones causan las diferencias entre hidratantes así como las diferencias entre cremas, lociones y fluidos. Las cremas poseen más emolientes que las lociones o fluidos. El colágeno y los radicales libres La hidratación de la piel es un factor importante en el cuidado de nuestro rostro. A pesar de ello incluso con una piel cuidada e hidratada el inexorable paso del tiempo provocará una pérdida de las fibras elásticas normales (formadas en gran parte por colágeno), que poco a poco irán siendo sustituidas por otras con nula elasticidad, y carácter amorfo. Estos procesos están ampliamente estudiados y se ha demostrado como los radicales libres provocados por las radiaciones UV juegan un papel fundamental en el envejecimiento, ya que provocan cambios en el colágeno de la piel. Esta alteración es entre otras una de las causantes de la pérdida de la elasticidad, suavidad y características principales de la piel normal. Además los últimos avances científicos, indican que la aparición de las arrugas se encuentran muy relacionada con un descenso de la actividad y de la regeneración celular, y que esto cobra especial interés cuando se trata de pieles secas y muy sensibles. ¿Cuales productos recomiendo? La vitamina C (ácido ascórbico), es un elemento importante y necesario para la reparación adecuada de la piel y los tejidos. Esta vitamina refuerza el proceso de curación del cuerpo. Es importante para combatir los procesos de envejecimiento y estimula la producción de colágeno en los tejidos dérmicos, manteniendo la piel firme y saludable. Antioxidantes como la vitamina E (tocofenol), utilizado en conjunto con la vitamina A, ayuda a proteger la piel de los efectos nocivos de los rayos solares, auténticos aceleradores del envejecimiento cutáneo. La vitamina E también ayuda a reparar el daño producido en los tejidos, tanto si se ingiere como si se aplica en forma externa. Puede ayudar a reparar el daño estructural en la piel, incluidas las quemaduras graves y las estrías. La vitamina A mantiene la salud general de la piel. Esta vitamina contribuye a la salud, el funcionamiento y reparación de la piel. Es un antioxidante que ayuda a prevenir ciertos tipos de cáncer, incluido el cáncer de piel, y se ha demostrado que mejora la elasticidad de la piel y el grosor de la piel. Puede utilizarse para el tratamiento de diferentes tipos de acné. La vitamina D estimula la curación rápida y saludable de la piel. La mejor fuente de esta vitamina es la radiación solar (en cantidades limitadas). Dado que la vitamina D ayuda a mantener la estructura ósea del cuerpo. La coenzima Q10 protege y revitaliza las células de la piel. Se considera un poderoso antioxidante, fortalece la función inmunológica de la piel y activa las funciones metabólicas. Su uso frecuente logra con frecuencia una reducción visible de las arrugas y las líneas finas.