viernes, 4 de febrero de 2011

La música y los sentidos

La musicoterapia, es aplicada desde el 1600 al 1800 en España.


Todos sabemos que ciertas melodías pueden conseguir alterar nuestro estado de ánimo.

La doctora Poch, fundadora de la Asociación Española de Musicoterapia la define como:


"La música es, por excelencia, el lenguaje de la afectividad, de lo que no puede ser expresado con palabras.  Por ello la psicoterapia moderna la considera capaz de influir sobre las emociones humanas con más intensidad y rapidez que el resto de las bellas artes."  

"La musicoterapia es una técnica terapéutica que utilia la música en todas sus formas, con participación activa o receptiva por parte del paciente."

Hoy día la musicoterapia se aplica fundamentalmente en desequilibrios nerviosos, influye positivamente sobre el corazón y pulmones, alcoholismo, drogas y como prevención de suicidios.

La doctora Poch describe las aplicaciones clínicas de la musicoterapia de la siguiente forma:

"La música se emplea a la vez, en psicoterapia, fisioterapia y socioterapia, usándose así mismo en medicina curativa y preventiva.  Se aconseja su utilización en toda enfermedad de origen psicógeno, sobre todo en pacientes psicóticos con problemas de relación interpersonal.  También se recurre a ella con éxito en drogadictos y alcohólicos."

Efectos psicológicos de los sonidos

El sonido es una impresión fisiológica producida en el oído por las vibraciones elásticas de los cuerpos.  Se propaga en todos los medios materiales en forma de ondas esféricas.  La velocidad de propagación varía según el medio, dependiendo también de la presión y de la temperatura. 

Puede causar varios efectos en el organismo, que resumiremos en:
a.  Alegría y emotividad.
b.  Relajación y equilibrio psíquico.
c.  Estrés, ansiedad o ira.
d.  Angustia, depresión y decaimiento. 

Es por estos efectos que debemos ser precavidos con lo que seleccionamos para escuchar.

Canales de conexión entre sonido y cerebro:

El sistema auditivo, es uno de los cinco sentidos que poseemos los seres humanos.  Las vibraciones que se producen en el entorno son transmitidas en forma de ondas sonoras.  Estas son convertidas en impulsos eléctricos y transmitidas a zonas muy concretas de la corteza cerebral para su interpretación.

El cerebro, interpretación del sonido.  Todo estímulo o emoción, sea positivo o negativo llega directamente al cerebro y a través de éste, influye en el resto del organismo.  El sonido, como ya hemos dicho, es interpretado por la corteza cerebral y por el tálamo, verdadera estación de relevo del hipotálamo en recepción de los estímulos que nos llegan del exterior, almacenándolos para su posterior distribución a través del sistema reticular.  

El cerebro es el mayor causante de las enfermedades en el organismo humano.  Para un enfermo de hepatitis en muy importante apaciguar la angustia psíquica, es decir el desequilibrio hipotalámico.  Para una úlcera de duodeno es imprescindible eliminar la tensión nerviosa, la angustia o el estrés.  El cerebro es, por tanto, el receptor y el desencadenante de los estímulos que recibe; de ahí que la música con sus efectos terapéuticos, ayuda al equilibrio del cerebro con su acción relajante y tranquilizante, y como resultado sobre el mismo al resto del organismo.

La música constituye un sistema válido para acrecentar el esfuerzo mental y la capacidad de concentración del individuo. 



 

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